Aunque ahora las alumnos de ingeniería informática son minoría, durante la década de los 80 llegaron a representar casi el 40% de los matriculados en EEUU. El país que vio nacer los primeros ordenadores, de donde surgieron muchos de los gigantes tecnológicos que ahora dominan el mercado, hubo un período donde las mujeres contaron con una representación significativa y la sociedad concebía que programar ordenadores era una opción normal para el género femenino.

Aunque en España nunca ha pasado del 30% de matriculadas, durante los últimos años se ha reducido hasta una media del 12%. Entre las cinco universidades con un porcentaje más bajo, hay cuatro catalanas y una balear (por orden, la Universidad de Lleida -en la que el porcentaje baja hasta apenas un 5% -, Universidad de Girona, Universidad de las Islas Baleares, Universidad Autónoma de Barcelona y Universidad Politécnica de Cataluña).

El panorama es evidente: hace décadas que se están vaciando las aulas de informática de mujeres y la tendencia no se está revirtiendo de ninguna manera. Pero qué lo ha provocado?
Aunque no existe un claro culpable de la masculinización del ordenador, hay un importante punto de inflexión; a finales de los ochenta empezó a caer en picado el porcentaje de mujeres dentro de la informática, en el mismo momento que los ordenadores comenzaron a llegar al consumidor doméstico … y justo cuando el marketing les orientó como “herramientas”, dándole un destino sobre todo masculino.

Por otra parte, la información que nos llega desde la tele, las redes sociales, los anuncios, las series … han influenciado mucho. Por ejemplo como la serie The Big Bang Theory, donde de las tres chicas, la más “mono” es justo la que no viene del campo de la ciencia. Otro caso, entre los muchos que podríamos citar, pasa durante un capítulo de los Simpsons donde Homer quiere engordar y para hacerlo, decide convertirse en informático.

Finalmente la ausencia actual de referentes femeninos en estos campos, fruto de todo lo anterior, podría ser un factor clave de este fenómeno. Tiempo atrás, podíamos encontrar un número mucho mayor de mujeres programadores con papeles muy destacados, en muchos casos muy por encima del de sus compañeros masculinos. Mujeres como Betty Snyder Holberton, Jean Jennings Bartik, Grace Hopper, Frances Bilas Spence, entre otros.

Podríamos decir que la informática es un caso llevado al extremo dentro de lo que ocurre con las ingenierías en general y si no acabamos con todas estas ideas preconcebidas, la entrada de nuevos profesionales seguirá disminuyendo.