Siempre hemos odio a decir que los buscadores de vuelos suben el precio expresamente de una reserva cuando detectan que una persona busca un mismo vuelo en un intervalo de tiempo corto. Por este motivo, se ha ido extendiendo el mito que la solución para combatirlo es hacer la reserva mediante una ventana de incógnito del navegador, un hecho que ha quedado totalmente desmentido.

Cómo es que el precio cambia de una reserva a otra?

Cuando hacemos una busqueda en una web de una aerolínea, esta acostumbra a guardar tu registro de pasajero (passenger name record o PNR) para reservarnos nuestro asiento mientras nos decidimos si lo compramos o no. De este modo, evita que cuando acabes el proceso de configuración de la compra te quedes sin asiento.

La pieza clave de todo es este PNR que se genera cuando hacemos una busqueda. Estas reservas invisibles pueden tardar unos minutos a destruirse cuando cancelas un proceso de reserva. El tiempo depende de cada aerolínea, y es por eso que si entramos inmediatamente después, el precio puede haber variado. Esto quiere decir que si hacemos una consulta en una web de vuelos, es posible que si volvemos a buscar inmediatamente después, todavía conserve el PNR de antes, haciendo cómo si hubiera una plaza menos lo cual puede repercutir directamente en el precio final. Así pues, hasta que la web no destruye el PNR, el precio no vuelve a bajar.

Hay otros factores que pueden alterar el precio como algunos parámetros como es el lugar desde donde se realiza la reserva o qué acciones hemos hecho previamente antes de buscar. Algunas compañías configuran unos patrones previos ocultos, y si los usuarios los cumplen, es posible que obtengan una promoción para su vuelo. Además, también puede haber otros factores como las promociones individuales de determinadas webs con ciertas aerolíneas.

Por lo tanto, el proceso por el cual los precios pueden variar es mucho más complejo del que nos pensamos, ya que esta variación dependerá de muchísimos factores.