Los Fake Roamers son aquellos usuarios que utilizan una tarifa de móvil de un país diferente al que habitan. Es decir: si detectan que en Inglaterra hay una tarifa que le interesa, la contratan y la consumen desde España como si estuvieran de viaje.

El pasado 15 de junio nos despedimos del roaming y de los recargos abusivos para llamar o navegar por el móvil en el extranjero, al menos en la Unión Europea. Esta medida histórica marca un antes y un después en el mundo de la telefonía, de la tecnología y del turismo, pero como todo, también tiene una parte oscura que se materializa en los Fake Roamers.

Aunque esta práctica aún no ha sido declarada ilegal, y todo apunta a que en un futuro lo será, nada impide que una operadora francesa capte clientes de España ofreciendo precios más baratos que los del mercado español, ya que serían las redes españolas las que ofrecerían el servicio y tendría un coste cero para la operadora de Francia.

Para evitarlo, la Unión Europea ha establecido una sanción para los usuarios que hagan un uso abusivo de las redes de otros países: las operadoras podrán detectar si un usuario utiliza más la red extranjera que la propia y se puede sancionar con tarifas ya estipuladas por la propia UE.