Si bé aquesta setmana han saltat totes les alarmes al descobrir que Uber, la polèmica aplicació de taxis, recopil·lava les dades dels usuaris d’iPhone, també s’ha descobert que també comprava dades a Unroll.me, una famosíssima extensió per a Gmail.

Aquesta extensió es dedica a eliminar els correus spam de la nostra safata d’entrada, a més de permetre’ns gestionar les nostres llistes de subscripcions d’una forma molt ràpida i pràctica. Aquesta solució era molt útil, però no tot és tan maco com aparentava.

Muchas veces damos permiso a aplicaciones para acceder a nuestro Facebook, a nuestro Twitter, o incluso a nuestra cuenta bancaria. Pensamos que cuando iniciamos sesión en una página web, aplicación o juego simplemente estamos accediendo al servicio, pero cuando aceptamos sus términos y condiciones sin leerlas podríamos estar regalando toda nuestra información.

El caso que hemos explicado de Unroll.me es bastante más complicado de lo que parece, y es que esta aplicación cedía a Uber todos aquellos correos electrónicos en los que Lyft, el principal competidor de Uber, era el tema principal de la conversación. Esto era lo que vendía una de las millones extensiones que existen a uno de sus clientes: si lo pensamos, es posible que estén vendiendo todos nuestros datos.

Lo peor es que no se pueden emprender acciones legales debido a que tú, cuando te registras, estás dando permiso a la empresa a vender todos tus datos.